Un quiero ver video porno xx taxista curioso arrancó a una inglesa Julia
La bella inglesa Julia se subió a un taxi londinense y ordenó llevarla al aeropuerto. La morena sonriente tenía una carga pesada en sus manos, lo que indicaba que se iba de viaje. Como descubrió el inquisitivo conductor, mi amada iba a volar a casa a los suburbios después de una larga relación con un joven que logró estropear la felicidad conjunta en la víspera de la boda. El taxista decidió divertir a la inglesa diciéndole unas frases obscenas pero muy agradables para el oído de una mujer en su lengua materna. Los cumplidos conmovieron tanto a Julia que admitió que si hubiera tenido más tiempo, definitivamente tendría sexo con el conductor. En el camino, la niña amplió su vocabulario vulgar, pero la diversión no duró mucho, porque al llegar al aeropuerto el pasajero no tenía libras esterlinas, y el taxista no se atrevió a aceptar el pago en moneda extranjera. “¡Escucha, estoy lista para aceptar el pago de ti con tu coño! - hubo una propuesta. - ¡Con mucho gusto te estiraré sobre mi pene, y luego pondré la cantidad que falta en mi propia billetera! El diablo asintió quiero ver video porno xx con la cabeza, señaló los arbustos detrás del estacionamiento y les dijo que se apresuraran para que hubiera tiempo suficiente después de la última aventura sexual para registrarse en el aeropuerto.