La flaca Betty recibe un golpe en el coño con un consolador nx n xx enorme
¿Cómo es que la flaca Betty no se avergüenza de derramar una lluvia dorada sobre los escalones de su propia casa? ¡Si tan solo cubriera su vergüenza, pero no, ella puso su coño en exhibición y llovizna en un arroyo en todas direcciones! Las salpicaduras vuelan al culo, los arroyos fluyen por los muslos, se ha formado un charco fétido entre las piernas. La morena estira su vulva con los dedos para que la humedad de la uretra late con una llave, se dobla en un arco y llega al último escalón del porche.La perra se comporta como un hombre brutal con una madrugada en el baño, disfruta orinar con una sonrisa engañosa en los labios. nx n xx Nada más succionar a la guarra Betty, el cuerpo vuelve a enviar un impulso desde lo más profundo del uréter, la flaquita sube ahora al banco y, como una basura maleducada, vierte orina en el camino junto a la piscina. La vejiga se estira al límite, lo que provoca malestar en el cuerpo, pero cuando sale la orina, el bebé gime de felicidad, como si deliberadamente no se le permitiera defecar. La fealdad no terminará ahí: en casa la mujer pervertida intentará meter una lata gigante de bebida energética en su pecho, luego meter un consolador enorme en su coño y acabar con lo indecente con un puño vaginal. Al mirar, seguramente se hará una pregunta razonable: "¿En dónde se mete?"