Golpea el diamond doll xx flexible y venal pellejo de Tina Kai
El hooligan Luke Hotrod nunca fue un reincidente peligroso y fue llevado a la cárcel por error. El pobre interpuso recurso de apelación con la aportación de pruebas irrefutables, pero no fue rentable para el fiscal liberar al interno. Vendiendo piel Tina Kai quiere conseguir una confesión franca de culpabilidad, pero para ello el acusado debe firmar el documento. El sobornador ofrece al prisionero de las circunstancias el trato del siglo: se lo folla en su propia diamond doll xx oficina para pedirle un autógrafo en un papel. ¿Querría soportar pasar unos años tras las rejas con feroces criminales por media hora de placer con una zorra dócil a la que se puede mirar por todos los agujeros, a pesar de su estatus oficial?